Siempre se busca aprovechar los recursos disponibles y destinarlos en el área donde se produzca el máximo impacto o provecho.
Los misioneros tienen la oportunidad de desarrollar diferentes tipos de trabajo dependiendo de:
- El número de días disponibles durante su estadía,
- Las características del grupo, habilidades y talentos de los visitantes,
- Las necesidades de la comunidad en el momento en que realicen la visita, y
- Los recursos disponibles como finanzas, equipos y materiales
.
Como regla general, dejamos completa libertad a que el grupo decida las actividades de su preferencia. Sin embargo, podríamos darles algunas pautas que podrían ayudarle a elegir
- Considere las actividades de mayor impacto para los ninos y-o la comunidad. Las inversiones a largo plazo generalmente son las que proporcionan los mayores dividendos. Por ejemplo, entregarle una Biblia puede ayudarle a transformar su vida e impactar a una persona por el resto de su vida en comparación con entregarle un vestido o juguete que es transitorio. Proporcionarle una hora de excelente educación puede ser trascendental en el futuro de un nino en comparación de ofrecerle una hora de juegos divertidos.
- Tome en cuenta la visión de Dios, los planes en desarrollo y las necesidades del momento de la comunidad. Lo que puede ser valioso para un grupo es posible que tenga escaso valor o no sea aplicable en otro lugar.
- Como los recursos disponibles generalmente son limitados, es preciso que sean priorizados en función de las dos ideas anteriores y que se mantenga un balance o equilibrio en el conjunto. No se puede enfatizar demasiado un tema descuidando completamente otro por considerarlo secundario. Ofrecer solamente ayuda espiritual (que es muy importante) sin entregar la ayuda urgente de alimentos que requieren en el corto plazo sería una decisión poco afortunada.